Clasificar, reutilizar, reciclar… El diccionario de los gestores de residuos

Cuanto más se habla de la Economía Circular, más importante es conocer la terminología del circuito de residuos y recuperación de materiales.

En este artículo, hemos recopilado unos términos de uso cotidiano por parte de los «insiders».

CLASIFICAR

Operación fundamental al principio de la cadena de reciclaje. Empresas especializadas con un alto conocimiento de los materiales operan en plantas estructuradas para dividir los residuos con características homogéneas en flujos bien definidos. Los plásticos no son todos «iguales», como tampoco lo son el papel, el vidrio y los metales. Mediante diferentes técnicas de separación (manual en el suelo, manual en una cinta, con rayos infrarrojos) estas empresas dividen los diferentes residuos en lotes lo más homogéneos posible, que luego se envían a las plantas correspondientes.

REUTILIZAR

El simple concepto de uso repetido de un bien que desarrolla un bajo grado de deterioro con el tiempo. El llamado «retorno de envases” es un ejemplo ideal, pero eso no es todo: en el ámbito industrial y logístico, las cisternas, los palés, los envases de madera dura (los llamados «OSB»), pero también los envases no perecederos, las cajas y los cajones… En definitiva, todo lo que pueda utilizarse una y otra vez sin que pierda eficacia con cada uso posterior.

RECICLAR

Un verbo ya global, amplio y estructurado que engloba e identifica innumerables subgrupos de actividades que, gracias a procesos y transformaciones, «vuelven a poner en circulación» una enorme gama de materiales, productos, componentes, accesorios, etc. Las actividades de reciclaje suelen desarrollarse a lo largo de cadenas de suministro especializadas: recogida de materiales, clasificación resultante y, a continuación, procesos mecánicos, tecnológicos y químicos que hacen que los residuos situados al principio de la cadena vuelvan a ser utilizables.

REGENERAR

El diccionario lo define como «el acto de renovar o restaurar a su estado original», lo cual es bastante adecuado en nuestro caso. Se pueden remanufacturar teléfonos inteligentes, dispositivos electrónicos y digitales, baterías, motores, cartuchos de impresora, etc. Los distintos materiales que componen un producto también pueden separarse (clasificación) y, a su vez, refabricarse. Los diferentes polímeros plásticos son un ejemplo virtuoso: partiendo de un residuo plástico uniforme (envases o botellas de PE, botellas de PET, cajas de PP) alimentado en procesos posteriores de purificación y limpieza, es posible obtener una MPS (materia prima secundaria) con un rendimiento cercano al de los polímeros vírgenes. Si quieres saber más sobre los diferentes plásticos, lee nuestro artículo (en inglés).

MATERIA PRIMA SECUNDARIA (MPS)

Definición para un amplio grupo de «nuevas» materias primas obtenidas a partir de procesos de regeneración de residuos y desechos.  Los gránulos de plástico de R-LDPE se transforman en películas para diferentes usos, en piezas de automóvil y en componentes de muebles; los copos de R-PET se convertirán en nuestra nueva chaqueta de invierno o en el próximo jarrón de flores que regalaremos; los bloques de R-PS serán los parachoques de las estanterías que instalaremos en nuestro salón; la madera triturada y depurada, prensada y encolada, formará parte de las propias estanterías que queríamos para nuestro nuevo salón… ¡Sólo por citar unos ejemplos!

ELIMINAR

Los residuos que actualmente no pueden ser reciclados o regenerados, ya sea por su naturaleza o por estar excesivamente mezclados, se destinan a ser estabilizados y depositados en lugares adecuados como vertederos o plantas de conversión de residuos en energía.

VALORIZACIÓN TÉRMICA

la operación que convierte el calor producido por la combustión de los residuos en energía disponible para diferentes usos: urbano, doméstico, industrial, etc. Es técnicamente diferente de la incineración, ya que en este caso sólo se produce una reducción del volumen de los residuos sin que se produzca un beneficio posterior de la combustión.

CIRCUITO URBANO

Conjunto de fuentes principalmente domésticas (distribuidas en pueblos, ciudades, distritos urbanos, metrópolis) que producen residuos que son inicialmente entregados y recogidos en plataformas ecológicas para su uso por los ciudadanos. Puede incluir tanto residuos indiferenciados como residuos procedentes de la recogida selectiva y, por tanto, destinados a su posterior reciclaje. Los residuos del circuito urbano incluyen una amplia gama de productos y materiales; los principales son: plásticos, papel y cartón, vidrio, metales, residuos orgánicos, madera, textiles y envases.

CIRCUITO COMERCIAL

En este grupo encontramos la logística de centros, varios productos alimenticios no refrigerados y refrigerados, los super/hipermercados y la gran distribución, las cadenas de restauración, las frutas y hortalizas, el pescado, el sacrificio y el envasado… por mencionar sólo unos ámbitos principales. Los residuos con una calidad menos contaminada proceden de estas fuentes, lo que garantiza flujos constantes hacia las empresas especializadas en la clasificación de residuos, que también pueden adoptar criterios específicos para obtener lotes homogéneos de residuos para su recuperación. De hecho, las empresas de clasificación trabajan en fuerte sinergia con las empresas de regeneración para poder suministrar a estas últimas residuos debidamente preparados para ser manipulados y regenerados de forma virtuosa y óptima.

CIRCUITO INDUSTRIAL

Se refiere a las fábricas, a las actividades de fabricación, de transformación y a las instalaciones industriales. En esta clase de actividades es posible interceptar una amplia gama de materiales de desecho o residuos que, si se gestionan adecuadamente, tienen un potencial muy alto de circularidad y a menudo también un valor de mercado específico. Coladas de plástico de principio a fin, subproductos de la transformación, productos no conformes, productos invendibles, envases no utilizados, partes de envases rígidos, tapones y tapas usados, bolsas y sacos de aditivos vaciados de su contenido original, polímeros rígidos convenientemente triturados, restos de transformación… Es un verdadero ‘mare magnum’ de materiales que esconde un vasto potencial de regenerabilidad y una procesabilidad ideal para las plantas especializadas de regeneración de plásticos, una fuente ideal en la perspectiva de la Economía Circular. Conocer mejor el sector de la gestión de residuos que se produce a diario nos ayuda a todos a ser consumidores más conscientes. Nos gustaría dar las gracias a nuestra patrocinadora Nuova Gandiplast S.r.l. para la creación de este artículo, una empresa especializada en la recuperación y regeneración de envases primarios y secundarios de polietileno.